El documento “Estándares de educación sexual en Europa”, elaborado por la Organización Mundial de la Salud en 2010 y traducido al español por el Servicio de Madrid Salud, del Ayuntamiento de Madrid, pretende establecer un marco de referencia para las personas encargadas de formular políticas educativas, responsables y especialistas de salud. Su intención es proporcionar una serie de normas para lograr que niños, niñas y adolescentes desarrollen una actitud positiva y responsable hacia la sexualidad, así como contribuir a la introducción de un modelo de educación sexual holística, sin prejuicios y científicamente correcta. Un enfoque holístico que, como se dice en el propio documento, está basado en la comprensión de la sexualidad como un área de potencial humano, y ayuda a niños y adolescentes a desarrollar habilidades esenciales para que puedan determinar su propia sexualidad, así como sus relaciones en las distintas etapas de desarrollo.
El documento ha tenido escaso eco en los medios, excepto entre los de tinte más conservador, que lo han criticado ampliamente por su “marcado carácter ideológico” y por promover un único modelo a seguir en el campo de la educación sexual en el que los padres quedan relegados a un segundo plano. La organización Hazteoir.org ha puesto en marcha una campaña para exigir a la autora del documento, Zsuzsanna Jakab, directora europea de la agencia de la ONU para la salud, que lo retire “inmediatamente”. Califican el documento de acientífico, “plagado de lenguaje ideologizado", "diseñado por el lobby abortista y destinado a difundir la ideología de género".
El documento consta de 83 páginas, entre las que figura el siguiente párrafo: “La educación sexual es mucho más que dar datos sobre la reproducción y la prevención de la enfermedad. Ayuda a desarrollar las sensaciones y la imagen corporal del niño o la niña y, al mismo tiempo, refuerza la confianza en sí mismos y contribuye al desarrollo para tomar de forma libre decisiones, algo que facilitará comportamientos responsables para ellas mismas y para otras personas”.
Os invitamos a sacar vuestras propias conclusiones en primera persona, accediendo al documento original:
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